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  • Foto del escritorCarmen San Antón Pedernales

Soy yo acaso el guardián de mi hermano ?

Hay personajes públicos, muy públicos, cuyos actos son difíciles de comprender por miserables, prepotentes, codiciosos, roñosos, cicateros, mezquinos, ansiosos e incluso, sórdidos. Aunque intenten ocultar lo que son y mostrar su mejor cara gracias al poder que ostentan y a sus numerosos cómplices, es tan grande la inmundicia que no hay alfombra que la cubra perpetuamente.

Es complicado discernir las razones que pueden llevar a una persona que tiene "todo", es decir, dinero, poder, respeto, privilegios, mansiones, yates, un lugar brillante en los libros de historia, etc., etc. a comportarse como un vulgar mangante saqueador del dinero público y amigo de las peores dictaduras del mundo.

Bueno, podrás decir tú que lees este texto, no es tan raro, tenemos muchos ejemplos conocidos por todos y que no necesitamos ni nombrar.

Así es, pero cada caso es diferente y tiene su propia lógica.

Más allá de que "el poder corrompe" y "el poder absoluto corrompe absolutamente", o como dice el refranero popular, "Si quieres saber como es Pepillo, dale un carguillo", hay algo más, cada persona se corrompe a su manera, según sus miedos y ambiciones, intereses y necesidades.

En el caso de este personaje, su depravación es enorme pues ostentaba la jefatura del estado que su hijo ha heredado.

Hay un hecho en la vida de este hombre, que para mí, explica en parte su comportamiento indecente y es el homicidio que cometió cuando tenía 18 años en la persona de su hermano de 15 años.

Mató a su hermano de un tiro en la frente con una pistola que le había regalado un amigo siendo cadete en Academia militar de Zaragoza y que había llevado a su casa en Estoril (Portugal) durante el periodo de vacaciones.

Se supone que un cadete de una academia militar, sabe lo peligrosas que son las armas y como hay que utilizarlas, es su primera clase. Se ve que era muy mal estudiante y se merecía un suspenso morrocotudo e incluso la expulsión de la academia.

Nunca sabremos que pasó, los dos hermanos estaban solos en una habitación y cuando entró la familia al oír el disparo, el hermano yacía muerto en un charco de sangre. Como en todo buen drama, era el hijo preferido, el más querido de los cuatro hermanos, dos hijos y dos hijas.


!Júrame que no lo has hecho queriendo! exclamó el atribulado padre mientras envolvía el cuerpo del joven con la bandera española.


No hubo autopsia ni investigación ni forenses ni nada de nada. Un tupido velo cubrió el homicidio (involuntario o no) gracias a las dos dictaduras, Salazar en Portugal y Franco en España. Existen por lo menos tres versiones cuyo objetivo es o era, confundir a la opinión pública, de tal forma que al final parece una leyenda o un desgraciado accidente ocurrido a dos niños mientras jugaban.

Sin embargo, me recuerda a Shakespeare y su famoso "Algo huele a podrido en Dinamarca" de Hamlet, obra donde el rey Hamlet es asesinado por su hermano Claudio.

Siguiendo con el autor inglés, en esta historia también esta presente la "venganza", el hijo heredero castiga a su padre con el destierro !qué castigo tan medieval! y el ostracismo familiar.


Después del funeral, nuestro hombre fue enviado de vuelta a la Academia militar y prácticamente no volvió a relacionarse con su familia.

El desgraciado incidente no tuvo ninguna repercusión de tipo jurídico ni académico para el joven Juanito, es más, le situó por encima del bien y del mal a la temprana edad de 18 años, acrecentó su pasión por las armas y la caza, su afición preferida y curiosamente, escondida durante años ante su querido pueblo español y descubierta de golpe y porrazo por su aventura en Bostwana.

Es llamativo que alguien que ha matado a su hermano, sienta esa pasión por la caza mayor, su colección de trofeos es impresionante, ocupa varios pabellones y ahora mismo no saben que hacer con tanta cabeza disecada y tantos "cuernos".

Si matas a tu hermano, vamos a creer que accidentalmente , y no te piden ninguna responsabilidad, es más, ocultan el hecho y tu vida continúa como si tal cosa, debes de sentirte cercano a los dioses del Olimpo, y si encima, te educan militares franquistas con su machismo, fascismo y falta de respeto a los Derechos Humanos, eres más que Zeus, eres un diosecillo en la tierra, con autorización para robar, follar, mangonear y más cosas que van saliendo a la luz poco a poco. Eres tan grande como Júpiter e inviolable como él.


Dicen los expertos que una persona a la que no se le ponen "límites" en su infancia y juventud, cualquier ser humano, se convierte en un adulto caprichoso, frívolo, amoral y egocéntrico. Insoportable, en una palabra.

Así es, sólo así se comprende su contestación a un reportero que le preguntó ingenuamente si pensaba dar explicaciones: !Explicaciones de queeeeee !

Efectivamente, los dioses no dan explicaciones y menos si son campechanos.


La corrupción es la principal causa de la pobreza de lo que llamamos el tercer mundo, las mordidas, la falta de seguridad jurídica, el enriquecimiento ilícito, la censura,...la corrupción en una palabra, hace imposible el progreso de esas naciones por muchas ONG que intentan paliar estas desgracias. Está comprobado que a mayor corrupción, más pobreza y menos libertad.

La corrupción es un cáncer, si se detecta a tiempo, tiene solución. Pero sí no se trata y deja que avance, el cuerpo social enferma y muere. Nuestro caso es muy grave porque afecta al núcleo central de la sociedad, la jefatura del estado.


Somos un país tolerante, liberal en las costumbres, fiestero, verbenero, callejero, alegre y amigo de cantar y bailar. A mi me encanta, es estupendo llegar a un pueblo con una buena banda de música en la plaza y los paisanos charlando y pasando un buen rato.

Pero, también somos serios, responsables y no nos gusta que nos tomen el pelo, como lo hemos demostrado a lo largo de nuestra historia.


Si la corrupción es banalizada y normalizada, porque lo de Juanito no tiene más importancia y él lo puede hacer, porque cualquiera en su lugar haría lo mismo ( eso piensan algunos), creo que tenemos un grave problema, tan grave como el cambio climático, por ejemplo.

La "sequía" de justicia, igualdad, desarrollo social es igual de grave que la sequía climatológica y muchas veces van unidas.

!Tendremos que sacar a los santos para que llueva la verdad y la honradez! Puedes sustituir "santos" por "guillotina", metafóricamente hablando, por supuesto.


Por cierto, mientras escribo esta reflexión, se ha celebrado con toda la pompa y boato que solo los ingleses y el Vaticano saben organizar, la coronación del nuevo rey británico. Las imágenes muestran una ciudadanía entusiasmada, emocionada y devota de la monarquía. Es digno de todo respeto la voluntad popular y nadie debería criticarlo, los sentimientos de la gente con reyes, santos, vírgenes, etc. es un tema muy subjetivo y no se debe analizar racionalmente pues no pertenece a la Razón sino a otras necesidades humanas. Pero, el gobierno inglés prohibió y disolvió las manifestaciones antimonárquicas, y esa es una decisión cuanto menos discutible en una democracia.


Hay un hecho histórico que mucha gente desconoce y que es una de las causas del fervor monárquico del Reino Unido.

Los primeros en Europa occidental que organizan un juicio legal bajo la autoridad de la Cámara de los Comunes del Parlamento para juzgar por "alta traición" a un rey en defensa de una monarquía parlamentaria, fueron ellos.

La sentencia del tribunal fue la condena a muerte de Carlos I de Inglaterra que fue decapitado en la plaza pública en 1.649 después de un reinado tumultuoso debido a la lucha de poderes que sostuvo contra el Parlamento, que ganó la guerra civil.

Que los ingleses hayan tenido una monarquía parlamentaria, mucho antes que el resto de los europeos, desde el siglo XVII, es un dato a tener en cuenta entre otros, como su negativa a abandonar Londres durante la II Guerra Mundial cuando los nazis bombardearon el palacio de Buckingham estando ellos en su interior, lo que les unió emocionalmente con su pueblo, por no nombrar la brillante operación del cambio de apellido durante la I Guerra Mundial, se quitaron su apellido alemán, y se inventaron un apellido muy inglés y muy sonoro, Windsor.

Se ve que son muy listos y que aplican muy bien el principio de la novela "El gatopardo", del siciliano G. de Lampedusa, llevada al cine por L. Visconti: " Es necesario cambiar algo para que nada cambie".

Dan ganas de terminar con su famosa frase !Dios salve al rey!, pero prefiero decir: !Que nuestra fuerza y energía nos salve de los reyes y de los dioses!.



Y Jehová dijo a Caín:

¿Dónde está Abel tu hermano?

Y él respondió: No sé; soy yo acaso el guardián de mi hermano?.

Génesis.




















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