El 8 de noviembre de 1.519, se produjo uno de los encuentros más extraordinarios entre dos personas en la historia de la humanidad: Hernán Cortés, el conquistador extremeño representando al Reino de Castilla y Moctezuma II, "Tlatoani" o emperador de los Mexicas en la capital, Tenochtitlan.
"Encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma". Pintura del siglo XIX, realizada por el artista italiano Gallo Gallina. Eran dos seres humanos, dos "extraterrestres", (no se me ocurre otro símil), que probablemente sintieron una fuerte curiosidad el uno hacia el otro, sobre todo, Moctezuma, fascinado, subyugado e intrigado por la personalidad de Hernán Cortés y la religión de tan extraños personajes, de los que no tenía nada claro quiénes eran ni que intenciones tenían; pero no sintió ni miedo ni recelo por lo menos al principio, él era el Tlaotani, un ser sagrado, poderoso y temido, Señor de numerosos pueblos y territorios y Cabeza de un estado rico y bien organizado
Sabía por los vigías y espías que estos "visitantes" adoraban a un dios que había muerto y resucitado y lo que era más asombroso, comían su cuerpo y bebían su sangre en una mágica ceremonia, que llamaban La Santa Misa, de tal forma que su dios siempre iba con ellos y le habían informado que colocaban cruces e imágenes de una diosa allá donde se instalaban y realizaban ese ritual para celebrar sus conquistas.
Nada más cercano a la cosmología azteca que practicaba el canibalismo, bebían sangre y la muerte y la resurrección estaban siempre presentes en su religión y por lo tanto, en su cultura a través de grandes ceremonias, procesiones y sacrificios.
Museo arqueológico de México D.F. : Arte azteca, representación de dos divinidades con el calendario en el centro.
Además, y muy importante, la creencia de que el dios Quetzalcóatl volvería un día, era una cuestión a tener en cuenta...
Los nativos americanos y los europeos, tenían enormes diferencias culturales, sociales, políticas y tecnológicas, pero hay una cuestión que les unió, todos ellos tenían una visión religiosa de la vida. Los dioses ponían orden en el mundo, a cada pueblo su dios y sus leyes, siempre de origen divino y recogidas con la escritura y el arte, tallados, pintados, cantados, bailados, procesionados, los dioses y las leyes, así en Europa como en la América Pre-colombina y el resto del mundo.
"Sigue y descubrirás la verdadera leyenda de Montezuma en Monachil, Perez Valiente"
Museo arqueológico de México D.F.: Detalle de la pirámide de Quetzalcóatl.
Los dioses lo justificaban todo para los mexicas y el resto de pueblos. Moctezuma era su Representante en la tierra, al igual que el Catolicismo lo era todo para los castellanos y Carlos V el Emperador junto con el Papa de Roma representaban la verdadera religión.
Hernán Cortés era un hombre del Renacimiento, un hidalgo que estudió en Salamanca y Valladolid, culto, ambicioso, aguerrido, astuto, valiente y decidido; eligió la carrera de armas, deseaba fortuna y fama, no tenía ningún escrúpulo para utilizar todos los medios: rebeliones y desobediencias a sus superiores, motines, violencia, diplomacia, oro,... un perfecto conquistador y militar del XVI; dudó entre ir a guerrear a Italia o ir a las Indias. Se decidió por esta opción porque había más posibilidades de riquezas y honores, aunque también más peligros... pero Cortés tenía una personalidad que crecía ante las dificultades y amaba el riesgo.
Moctezuma II era dios, elegante, refinado, culto, muy educado y preparado en los entresijos de la religión, la burocracia y la milicia azteca, vivía con un lujo que dejó atónitos a los conquistadores, se bañaba todos los días, tenía jardines y zoológico, un palacio con 20 puertas, estrenaba ropa cada día, olía bien, un harem con cientos de concubinas y dos mujeres legítimas, a la llegada de Cortés y sus hombres, se dice que tenía a 150 amantes embarazadas, su físico era agradable y su trato, extremadamente cortés.
Este primer contacto es digno de imaginar y recrear: por un lado los europeos, barbudos, malolientes, agresivos, bregados en mil escaramuzas y guerras, viajes terrestres y marítimos, llenos de cicatrices, mal hablados, una mezcla de vascos, andaluces, extremeños y castellanos dispuestos a todo, sin nada que perder excepto la vida, que tampoco valía mucho.
Por otro lado, la corte de Moctezuma con su rígido protocolo, sus nobles, sacerdotes y sirvientes educados para no hacer ruido y moverse con discreción y elegancia ante su Señor.
Seis días después de este encuentro pacífico donde se intercambiaron regalos, Moctezuma era hecho prisionero en su propio palacio y asesinado el 29 de junio de 1.520. Según Cortés por una pedrada de su propio pueblo cuando se dirigía a la multitud desde un balcón del palacio y según otros, le mataron los propios españoles.
Penacho de Moctezuma, uno de los regalos entregados a Cortés para el emperador Carlos V. Actualmente se conserva en el Museo Weltmuseum Wien de la capital austriaca. Desde el siglo XVI hasta el XIX fue una posesión de la familia de los Habsburgo, a la que perteneció Carlos V. Construido con plumas de varias aves, sobre todo de quetzal, oro y piedras preciosas, es una joya de incalculable valor histórico y artístico.
Tras su muerte, hubo otros dos monarcas, siendo su sucesor su hermano Cuitláhuac y el último su sobrino, Cuauhtémoc. Sus reinados no duraron mucho pues el imperio más importante de Mesoamérica caería bajo control europeo en agosto de 1.521, un año después de su muerte.
Sin embargo, Hernán Cortés murió en su palacio de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), seis años después de su llegada a la península, cubierto de honores y posesiones, el 2 de diciembre de 1.547.
Moctezuma tuvo una descendencia numerosa con sus esposas y concubinas, pero no todos tendrían la misma consideración social, según las leyes mexicas.
Su hijo favorito era Chimalpopoca, el heredero que pereció, prisionero de los españoles, durante la denominada "Noche triste".
Ilustración de la novela "Isabel de Moctezuma. Memorias de la última emperatriz azteca" de J. Miguel Carrillo de Albornoz, descendiente de Moctezuma.
De todas la hijas que consiguieron salir con vida, la más importante fue Tecnichpo Ixcaxochitzin. Fue sucesivamente casada con los dos emperadores que sucedieron a su padre y a la muerte del último fue bautizada y llamada Isabel de Moctezuma.
Se casó tres veces más, las tres veces con españoles por decisión de Cortés, teniendo seis hijos de ambos sexos y una más que no reconoció, Leonor Cortés Moctezuma, con el propio conquistador. Además de Leonor, Cortés tuvo otros 10 hijos más, con seis mujeres, cuatro de ellas, nativas de Mesoamérica, de las cuales destaca La Malinche, traductora y compañera de Cortés en la conquista.
Isabel de Moctezuma fue considerada la legítima descendiente de Moctezuma y como tal se le dio la encomienda de Tlacopan en el valle de Anáhuac, el más importante del imperio mexica. Murió en 1.551 y sus descendientes emparentaron con la nobleza española, en concreto con los Condes de Miravalle.
En cuanto a los demás hijos del emperador que salieron vivos de la conquista, fueron bautizados y ocuparon posiciones importantes en el nuevo estado.
Uno de los nietos de Moctezuma, bautizado como Diego Luis de Moctezuma fue llevado a España por orden de Felipe II, casándose con una noble de rancio abolengo, Francisca de la Cueva.
A partir de este momento, la descendencia de Moctezuma se originaría en España, obteniendo títulos nobiliarios, entre los que destaca el Ducado de Moctezuma de Tultengo que persiste en la actualidad y tierras y riquezas a un lado y otro del océano.
La Corona española otorgó a perpetuidad a Isabel de Moctezuma y sus descendientes unas pensiones que se pagaron durante los tres siglos del Virreinato de Nueva España y según el tratado de Paz y Amistad entre México y España de 1.836, se continuaron pagando por el gobierno mexicano durante un siglo más. Hasta que en 1.934, el gobierno de México anuló el acuerdo. Las familias beneficiarias, como los Condes de Miravalle siguen en pleitos con el gobierno mexicano por la supresión de las rentas, aunque parece que el caso esta cerrado.
Se ha calculado que la familia de los Condes de Miravalle, como descendientes directos de Isabel de Moctezuma, recibían un pago de 5.258.090 pesos de oro, lo que en el 2.020 sería el equivalente a 2.716.644 pesos mexicanos.
De acuerdo con la historiadora, Blanca Barragán Moctezuma, descendiente del emperador, para el 2020 existen entre 600 y 700 descendientes de Moctezuma II en México que son mayores de edad y en España alrededor de 350. Algunos descendientes poseen títulos nobiliarios en la actualidad.
La vinculación de los Moctezuma con Granada fue muy estrecha, los Condes de Miravalle han vivido en la ciudad hasta tiempo muy reciente y además, otra línea proveniente del emperador azteca es la que se vincula a su séptima hija, bautizada como María de Moctezuma, que terminó sus días en un convento de Toledo. María se había unido con el conquistador Alonso Valiente, naciendo de este vínculo un niño llamado Juan Pérez Valiente, los descendientes de éste, los primeros Pérez Valiente de Moctezuma, se radicaron en la provincia de Granada, donde poseyeron grandes extensiones de tierra en la zona de Guadix, La Peza, denominada entonces Monterroso de La Peza y en Monachil.
No es difícil comprender que tan apasionante historia y tan estrecha relación con los descendientes de Moctezuma II diera lugar a preciosas leyendas protagonizadas por exóticas princesas llenas de tesoros y tristezas.
El pueblo de Monachil, tan cercano a la ciudad de Granada, tiene la suya. Todas las leyendas tiene su verdad histórica y esta, también. Descendientes directos del emperador se establecieron en tierras granadinas, teniendo relación con Monachil, a través de Los Venegas y los Pérez Valiente. Como nobles terratenientes y profesionales de la milicia, ejercieron un papel social y económico indudable, que sin duda dio lugar a este precioso relato:
"Erase una vez un noble caballero, hijo del matrimonio formado por una Venegas y un Pérez-Valiente de Monachil que acompañó a Hernán Cortés en la conquista de México y a su regreso, vino acompañado de una Princesa, una hija del Emperador Azteca, Moctezuma, con la que contrajo matrimonio. La princesa azteca lo tenía todo... vivían en la casa del Molino... pero, aún así estaba triste, echaba de menos a su familia, y encontraba difícil adaptarse a un lugar y una cultura tan diferente. Poco a poco, la tristeza se fue adueñando de la princesa... hasta que se vio sumida en una profunda depresión... Su marido estaba desesperado con la tristeza de la princesa, hasta el punto de mandar llamar a una curandera que vivía en El Purche, muy conocida y respetada en el pueblo, por su arte para tratar las enfermedades de cuerpo y alma. La curandera pidió a la princesa que le mostrara los objetos que se trajo de su tierra. Entre ellos, descubrió dos que le llamaron especialmente la atención. El primero, un cuadro con la imagen del niño Jesús, ataviado con ricas ropas con incrustaciones de piedras preciosas, portando una cruz fabricada con huesos de mártires. El segundo, una pequeña figura de la diosa Azteca Coatlicue, hecha de oro macizo.
La buena mujer, inmediatamente notó la mala influencia que el pequeño ídolo Azteca ejercía sobre ella. Por eso preguntó a la princesa sobre él, y la princesa le explicó que era una terrible Diosa, que exigía sacrificios humanos cada año, para prevenir mayores desgracias.
La curandera advirtió a la princesa sobre la imagen de la diosa Azteca, le dijo que debía deshacerse de ella, cuanto antes, pues era la responsable de su tristeza…
Pero la princesa tenía muchísimo miedo a la venganza del ídolo de la Diosa de sus antepasados, que había temido todo su pueblo desde que ella podía recordar.
Tras hablar con su marido, no sin albergar dudas y temor, decidió hacer caso a los consejos de la sabia mujer...El pequeño ídolo de la Diosa Coatlicue, fue llevado para ser enterrado en una recóndita y profunda cueva en el hermoso paraje de Los Cahorros.
No obstante, la prudente princesa, por lo que pudiera pasar, dejó escondido un plano, detrás del cuadro del niño Jesús, para poder encontrar el lugar exacto donde el ídolo se encuentra enterrado.
Tras seguir los consejos de la mujer, la princesa, rápidamente, empezó a cambiar... recuperando la alegría perdida. El cuadro con el mapa fue donado a la iglesia de Monachil donde todavía puede visitarse.
A partir de entonces, ella y su noble marido, fueron felices para siempre y tuvieron varios hijos....".
Casa del Molino, edificada en 1.450, según consta en las escrituras; es el lugar donde vivió la princesa, según la leyenda. Residencia de la notable familia Venegas y de los Pérez Valiente, fue comprada por don Emilio Aragón en 1.893, juntamente con las tierras del Mayorazgo (título concedido por el rey Carlos III, a José Pedro Valiente, en el XVIII).Las diversas obras y restauraciones de la última familia propietaria, han determinado su configuración interior y exterior. Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Monachil.
Iglesia de la Encarnación de Monachil, fundada en 1.501 y restaurada en el siglo XVII, responde a planteamientos renacentistas y mudéjares, como lo atestigua el hermoso artesonado de madera de su interior y la utilización del ladrillo. "Mudéjar" proviene del árabe y significa "aquel al que se le ha permitido quedarse" o también "sometido". Se trata de la utilización de elementos, maneras y estéticas del Islam de Al-Andalus en construcciones cristianas tanto religiosas como seglares, realizadas por artesanos musulmanes. La expulsión de los "moriscos" el año 1.609, terminó con esta tradición artística, retomándose en el siglo XIX de la mano del Romanticismo y el Historicismo con el nombre de Neo Mudéjar.
Niño Jesús de Resurrección. Anónimo NOVOHISPANO de finales del XVII. Al principio se pensó que provenía del Alto Perú, actual Bolivia, donde este modelo iconográfico era frecuente. Sin embargo, el estudio detallado de la obra y especialmente, su interrelación con la historia de Monachil, y en concreto con la familia Granada Venegas Moctezuma, ha concluido que es una obra mexicana. Según la leyenda, el plano con la ubicación de la diosa azteca, lo escondió la princesa al dorso de esta pintura al óleo, que se encuentra en la Iglesia de Monachil.
El apellido Moctezuma se incorporaría más tarde al escudo familiar en el retablo mayor de la iglesia, en cuya construcción contribuyó principalmente la familia Venegas.
El retablo renacentista (XVI), realizado en el taller de Pedro Machuca, arquitecto del Palacio de Carlos V de la Alhambra, es uno de los retablos mas importantes de la provincia de Granada. Financiada por la familia Venegas, el nombre Moctezuma está inscrito en él, justo en el lugar más importante del templo, cerca del Sagrario y detrás del altar
Muchos pueblos tienen sus leyendas, suelen ser muy interesantes porque además de hacernos pasar un buen rato, como cuando escuchamos un cuento, contienen verdades históricas que nos acercan a nuestro pasado y a la mentalidad de la sociedad que las creó, como en esta leyenda de la princesa azteca en Monachil.
Está perfectamente documentada la presencia de los nietos y demás descendientes de Moctezuma II en el Reino de Granada a partir del siglo XVI, a través de su hija Isabel y de las numerosas alianzas matrimoniales entre miembros de la nobleza de los dos continentes.
Escudo de Juan Pérez Valiente de Moctezuma. Su escudo se encuentra en el retablo de la iglesia. Directamente relacionado con la leyenda, sabemos que nació en el virreinato de Nueva España (México) y fue considerado miembro de la nobleza azteca. Viajó a Granada para luchar contra los moriscos en 1.568, (Rebelión de las Alpujarras,1.568-1571), bajo las órdenes de Don Fernando Alonso Venegas. Se casó en Monachil en 1.577 con Doña Francisca Alnayar de Granada y Venegas, descendiente de la familia real nazarí, al igual que Alonso Venegas. Granada Venegas o G. Benegas es el apellido de los descendientes de la familia real nazarí que se convirtieron al cristianismo en el contexto de la Guerra de Granada ( 1.482-1.492 ), pasando a pertenecer a la nobleza del Reino de Granada, dentro del Reino de Castilla. En la ciudad, poseyeron un destacado palacio, que fue un importante centro cultural en la época de Don Fernando Alonso Venegas. Construido en el siglo XVI, desde 1921 pertenece al Estado, es la conocida como " Casa de los Tiros".
Volviendo a la leyenda, podemos confirmar que una Venegas y un Pérez Valiente de Moctezuma se casaron en Monachil, que vivieron en la Casa del Molino, que el cuadro del Niño Jesús es una obra realizada en México y que el apellido Moctezuma está inscrito en el retablo de la iglesia.
Una hipótesis (personal) sería que no era una princesa sino un "príncipe azteca" , Juan Pérez Valiente de Moctezuma que se casa con una descendiente de los "príncipes nazaríes" , los conversos Granada Venegas; es un mestizaje genial, digno de otra leyenda : "érase una vez un príncipe azteca llegado de las Indias que se enamora de una princesa nazarí al verla cabalgando en su corcel blanco entre las montañas de Sierra Nevada......", pero éste sería otro cuento. Lo cierto es que se mezclan la sangre azteca, nazarí y "cristiana", sólo faltaría la judía para cerrar el círculo, pero seguro que está en alguna rama de estas familias llenas de alianzas matrimoniales en torno al Poder y la Gloria, ambiciones que compartieron una parte importante de la noblezas azteca, nazarí y "cristiana".
Detalle del escudo mostrado en la imagen anterior, donde se aprecia claramente el nombre de J.P. Valiente Moctezuma en el retablo de la iglesia de Monachil.
Y "colorín, colorado, este cuento se ha acabado".
Monachil y Moctezuma. BLOG BOTOX DE SILENCIO-KARMENTXU SAN ANTÓN.
Preciosa historia y un gran trabajo de investigación por tu parte. Gracias