Como los maderos sueltos de un naufragio
Nuestros recuerdos
No se deshacen
En el fondo del mar
Y tampoco buscan ningún puerto.
Como los maderos sueltos de un naufragio
Nuestros recuerdos
Se balancean sobre el agua
A merced de las aguas
Indestructibles
Y sin destino.
Joseba Sarrionaindia.
Traducción al castellano del original en euskera:
Gure oroitzapenak
Itsas galeretako oholak bezala
Ez dira
Itxas hondoan ezabatzen
Ez dute
Inongo porturik helburu
Gure oroitzapenak
Itxas galeretako oholak bezala
Ur gainean doaz kulunka
Uhainek eraginak
Ezabatu ezin
Eta xedederik gabe.
Joseba Sarrionandia.
Así me siento, así es este blog, me identifico con el poema de Joseba, mi blog es un madero suelto, sin destino, sin puerto, pero, espero que se balancee sobre el agua y no se deshaga en el fondo del mar. Ningún recuerdo de ninguna persona merece que desaparezca, los recuerdos de los demás, nos recuerdan nuestros recuerdos, los amplifican y enriquecen y al final, no sé si es mi recuerdo, o el recuerdo de algo que alguien me contó y ahora es mío. Hay recuerdos colectivos, parecen personales, únicos y lo son, no porque sean míos, sino porque los hago míos. Tus recuerdos son mis recuerdos, de hecho nos hemos despedido, muchas veces, diciendo: !Dale recuerdos de mi parte! o !Recuerdos a la familia!, Tu familia y amigos te recuerdan, se escribe en las lápidas. Dame tus recuerdos, los haré míos y te los devolveré como tuyos. Yo, prometo darte los míos, y deseo que se hagan tuyos, así no se perderá ningún recuerdo.
De madero en madero, flotando sobre el agua, me encuentro de repente sentada a la mesa de madera de tu casa, imaginando, desde entonces, tus futuros recuerdos. Las líneas de nuestros recuerdos forman un mapa, una red invisible, un laberinto subterráneo que va atando cabos entre unos y otros. Los recuerdos nos anclan por un momento, mientras navegamos por ellos, hasta que los soltamos para seguir flotando hacia ningún puerto.
Recuerdos... Y un